Hasta 370 millones de dólares americanos en tinta podrían ahorrarse en EE.UU. si todas las publicaciones cambiasen la tipografía que acostumbran a usar por una más económica.
De esta forma lo demostró recientemente un estudiante de Pittsburgh de solo catorce años. Suvir, que de este modo lleva por nombre, se percató de que en su nueva etapa escolar recibía muchas más copias que en primaria y decidió examinar el gasto efectuado y cómo reducirlo con la aplicación AP Fill Ink Coverage. En su estudio equiparó las 4 tipografías más utilizadas en su entorno: Garamond, Century Gothic, Comic Sans y Times New Roman; y llegó a la conclusión de que Garamond es la que utiliza menos cantidad de tinta.
El ahorro medio en tinta puede llegar nada menos que al treinta por cien cambiando la tipografía algo a tener muy en consideración no solo por la parte de las administraciones públicas (donde además de esto es difícil calcular el gasto pues no usan impresoras caseras), sino asimismo por los particulares que podemos hacernos eco de estos interesantes estudios que, por cierto, no son algo nuevo. Ya hace años los diseñadores Matt Robinson y Tom Wrigglesworth valoraron el gasto de tinta en varias fuentes tipográficas; para esto emplearon bolígrafos normales con los que escribieron la palabra “sample” (ejemplo) en el estilo de cada una de las fuentes.
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