La fruta deshidratada es uno de los ingredientes muy recurrido en las comidas. La puedes adquirir en muchas tiendas de comida, pero ¿sabías que también puedes deshidratar frutas en casa fácilmente? Hoy te damos el paso a paso, ¡toma nota!
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1. Elije la fruta
Antes que nada, la mejor fruta para deshidratar es la que está en su punto de maduración para obtener un mejor resultado. Busca aquella que tenga mejor aspecto.
2. Limpia la fruta
Es primordial retirar las piezas negritas o esas que están perjudicadas. Además, debes quitar piezas fibrosas, el corazón y donde haya semillas de la fruta (salvo si vas a deshidratar fresas, las cuales poseen la semilla en su corteza).
3. Corta
Puedes utilizar una mandolina que te proporcione cortes semejantes. Si no tienes una, procura realizarlo con un cuchillo de alrededor de 1 o 2 cm de grosor.
4. Previene que se oxide
Ya cortada la fruta, ponla en un bowl con agua suficiente para cubrirlas y añade jugo de limón (100 ml por cada litro de agua). Deja reposar por 10 o 15 min. Pasado el tiempo, retira y seca con papel absorbente.
5. Seca
Después, alarga la fruta en una rejilla o tela fina (puede ser manta de cielo), Deja en un lugar limpio donde reciba los rayos del sol con una temperatura aproximada de 29° C.
Es fundamental que haya circulación de viento bajo la rejilla. Dale la vuelta cada 12 horas y repite de 3 a 5 días, hasta que la fruta se vea plenamente seca.
6. Almacena
Al final, la mejor manera de guardar la fruta deshidratada es en tarros de vidrio, para que logre conservar de forma óptima su consistencia, sabor y características nutricionales.